¿Lo tuyo son los juegos de dominación y sumisión? Entonces un arnés bondage es uno de esos artículos bondage BDSM que no pueden faltar entre tu repertorio. Un auténtico fetiche muy versátil: permite inmovilizar a la persona sumisa al tiempo que adorna su cuerpo para preparar la sesión perfecta de sexo hard.
Los arneses bdsm son uno de los artículos más preciados dentro del mundo del sexo más duro. Son accesorios que permiten, al mismo tiempo, inmovilizar el cuerpo de quien lo lleva y disfrutar de una imagen al más puro estilo fetisch.
Y eso es lo que son: objetos auténticamente fetichistas, un complemento para la estética más salvaje con la que dar rienda suelta a tus fantasías más áridas. No debes confundirlos con los arneses strapon para dildo, pensados para sujetar con tu cuerpo el consolador y disfrutar del sexo con las manos libres: los arneses bondage son puros objetos de deseo.
Un arnés sexual bondage se puede utilizar de muchas maneras: alrededor de las caderas, los muslos, en el pecho… e incluso rodeando el torso o el cuello, como un auténtico collar de sumisión. Además, llevan anillas y ganchos colocados estratégicamente para que puedas colocar otros accesorios bondage, como pinzas de pezones, correas o cadenas.
En el sexo, la imaginación no tiene límites, y mucho menos aún en el sexo más duro. La comunicación, el respeto, el consenso y el consentimiento son los abanderados del BDSM, esas prácticas sexuales que juegan con los límites de las personas y las lleva a la frontera entre lo permitido y lo prohibido. Y para ello están los artículos, accesorios y complementos bondage.
Un salvaje mundo de látigos y fustas, cadenas, mordazas, máscaras, esposas, columpios sexuales y, por supuesto, arneses eróticos. Tal vez ellos sean el artículo estrella entre las personas que practican el sexo más bedemesero.
Entre los arneses bondage existen, también, muchos tipos entre los que puedes elegir. Desde un arnés de cuello bondage, los arneses de pecho, los de cuerpo entero, los arneses inmovilizadores, los que llevan cadenas, tachuelas, de cuero, de polipiel, de nylon e incluso un arnés bondage de terciopelo. Cada uno de ellos está diseñado para satisfacer los gustos más variados.
El límite, una vez más, está en tu imaginación y claro, en lo que consensues con la persona que te acompaña en tus aventuras más tórridas.
Un cuerpo rodeado por las tiras oscuras de un arnés. ¿Puede haber una imagen más fetichista, erótica y morbosa?
Pero es que además de ser tremendamente eróticos, los arneses bdsm permiten inmovilizar a tu amante para jugar a una sesión de dominación y sumisión al más puro estilo Christian y Anastasia de 50 Sombras de Grey.
Solo con ver los arneses para dominatrix, dejando al descubierto zonas estratégicas del cuerpo, queda más que claro quién está al mando. También puedes inmovilizar a tu amante (o a ti, según el rol que juguéis cada uno) y obligarle a estar en una posición en concreto, atándole de los rincones de su cuerpo más insospechados o incluso sujetando su cabeza con una mordaza. No podrá negarse.
¿Quieres añadir un extra de castigo? Apuesta por los arneses que llevan pinzas para pezones incorporadas, o anillas para atar a tu amante con las ataduras bondage más dispares.
Cuando te planteas comprar un arnés bondage debes contemplar una serie de características como el material, el ajuste y el nivel de dificultad en su uso.
Por ejemplo, si te estás iniciando en el mundo del bondage con arnés puedes decantarte mejor por un arnés sencillo y ajustable. Si por el contrario ya tienes todo un máster en el BDSM, elige un modelo más complejo: tendrás más posibilidades de juego.
Por supuesto, a la hora de comprar un arnés BDSM siempre debes asegurarte de que se ajuste cómodamente a tu talla. Afortunadamente, los arneses eróticos suelen venir con largas tiras ajustables, por lo que por norma general valdrán para todo tipo de cuerpos. ¡Vivan los cuerpos diversos!
El material es otra de las características a las que debes prestar atención cuando vas a hacerte con un arnés de sumisión. Entre los más comunes están el polipiel, el nylon y el cuero. El cuero da un extra de erotismo y elegancia; por su parte, el nylon es más flexible y fácil de limpiar y conservar.
Otra de las cuestiones que debes contemplar a la hora de comprar un arnés para bondage es si lo va a usar una persona con pene o una con vulva.
Por ejemplo, entre los muchos modelos de arneses bondage con correas, los masculinos suelen tener un anillo metálico para introducir el pene y los femeninos llevan una apertura que hace que la penetración anal o vaginal sea más accesible.
Las correas no solo sirven para que puedas sujetar y someter a tu amante sino, también y sobre todo, para que puedas ajustar bien el arnés a tu cuerpo y disfrutar a tope. Normalmente se adaptan mediante cierres con hebillas. Este será el primer paso para colocarte bien tu arnés: ajustarlo para que las correas no queden ni demasiado apretadas ni excesivamente sueltas.
Y después… después échale rienda suelta a tu imaginación y deja volar a tus fantasías más ocultas. Experimenta con tu arnés, sujetando y atando las correas de diferentes maneras, colocando otros elementos como anillas, amarres o esposas entre las partes de tu arnés destinadas a ello…
E incluso dando la bienvenida a otros elementos del bedeseme, como los látigos y las fustas. El efecto cuando tu amante está inmovilizado es… ¡guau!
Eso sí, siempre manteniendo una comunicación constante con tu amante para no sobrepasar ningún límite. El respeto, la comunicación, el consenso y el consentimiento deben ser la base de todas tus relaciones bedemeseras. ¡Disfruta a tope con tu arnés bondage y alcanza nuevas cotas de placer antes inexploradas!