Si ya habéis empezado a andar la senda de la búsqueda del dolor por satisfacción y lleváis recorrido un trecho. Si miráis los collares acolchados con desdén y las clásicas pinzas para pezones os parecen un juego de niños. Si en vuestras cabezas Eros y Tánatos bailan entrelazados una danza al ritmo de golpes y orgasmos encadenados… no os defraudaremos. Este es vuestro complemento para ir un paso más allá.
Por un lado el collar de zinc, disponible en dos tallas S y L, pulido, cromado, suave y delicado con la piel para alejar las alergias e irritaciones os gustará tanto que no os lo querréis quitar.
Signo de pertenencia de un/a sumisx a un/a dominante es parte importante de estos juegos deliciosos y desquiciados. Es una forma de mostrar el poder y el control y reforzar el dominio sobre el otro, sintiéndolo de manera fluida desde el primer momento en que es colocado. Y sí, al ser de metal y más pesado que los convencionales aumentará la sensación de humillación erótica y sus connotaciones de control. Maravilloso pues.
Su cerradura es invisible y sus dos partes se unen gracias a un pasador con forma de llave allen, que no se moverá de su sitio gracias a un pequeño imán.
Por otro lado las pinzas japonesas (o de mariposa, o clover clamps) situadas en los extremos de una cadena que pasa por la argolla del collar están diseñadas para incrementar la presión a medida que se tira de ellas, siendo muy difíciles de quitar de un tirón. Con un solo dedo alrededor de la cadena harás que tú sumisx vaya donde quieras. ¿A que es lo que buscabas? Pues aquí lo tienes.
Hay que tener en cuenta que, aunque su cabezal viene recubierto de una superficie gomosa para que no dañe la piel, causan un nivel de dolor bastante alto y normalmente solo son toleradas por usuarixs experimentadxs.
Y dos apuntes finales:
- Es interesante saber que cuando finalmente las pinzas se retiran la circulación en el pezón se restaura provocando un pico de dolor más intenso que cuando se llevaban puestas, formando una parte jugosa del juego.
- Y también que, aunque su uso normal son los pezones, también se pueden usar en otras zonas: lengua, labios vaginales, clítoris, pene , escroto... usadlas cómo la tinta necesaria para cartografiar un mapa del dolor en vuestros cuerpos. Os va a encantar experimentar con ellas.
Dolor. Bendito dolor.
Sin ti me siento muertx.
- Collar: material: Zinz cromado
- Peso: Talla S: 424 gramos
- Talla L: 466 gramos
- Diámetro: Grande: 15,3
- Pequeño: 13 cm
- Ancho: 2 cm
- Grosor: 0,5 cm
- Longitud cadena: 30 cm cada una (del collar a la pinza)
- Tamaño pinzas japonesas: 10cm x 4 cm
- Recuerda realizar una practica segura, sensata y consensuada.