Aunque no gozan de tanta popularidad como sus homólogos masculinos, los preservativos femeninos cumplen una idéntica función en la prevención de embarazos no deseados y como método de barrera frente a las ETS. La principal diferencia de este tipo de condones es que se colocan dentro de la vagina. Además, no están hechos de látex, lo que los convierte en ideales para personas alérgicas.
También llamados condones internos, los preservativos femeninos tienen una función idéntica que los convencionales, pero están pensados para que se los puedan colocar personas con vagina.
Los preservativos femeninos son una funda suave y transparente con dos anillos flexibles en ambos extremos. El anillo de mayor diámetro está también cerrado, y es el que se colocará en el interior, sobre el cuello del útero. El otro anillo es más pequeño y está abierto en su extremo. Es el que permanecerá en el exterior, fuera de los labios vaginales, y por él entrará el pene.
En cuanto a sus dimensiones, los condones femeninos tienen un largo bastante similar a los condones XL pero son más anchos. Gracias a este mayor diámetro, una vez colocado cubre por completo la pared vaginal, de manera que los preservativos femeninos permiten que el pene se mueva a su antojo en las sesiones de mete-saca.
Además, el condón vaginal lleva un lubricante generalmente a base de silicona para que la fricción no llegue a ser molesta, aunque también puedes añadir tú un extra de lubricación si quieres que eso deslice aún mejor.
A diferencia de los preservativos masculinos, los vaginales están elaborados con un material plástico suave y holgado llamado nitrilo. Es un componente hipoalergénico, por lo que si tienes alergia a este componente podrás elegir entre los condones vaginales o los preservativos sin látex.
Además, el nitrilo, también llamado caucho sintético, ofrece bastante sensibilidad, por lo que con un condón para mujer sentirás todas las embestidas que tu amante te regale. Sí, con los preservativos femeninos los dos tendréis tanta sensibilidad como si usarais condones finos y sensitive.
Como decíamos, los preservativos femeninos son perfectos métodos de barrera, tanto como los masculinos. Impiden, por una parte, el paso de espermatozoides y, por tanto, los embarazos no deseados. Por otra parte, protegen frente a las enfermedades de transmisión sexual como ningún otro método anticonceptivo.
Así que si te preguntas si puedes sustituir las fundas convencionales con estos vaginales, la respuesta es un rotundo sí. Porque, además, los preservativos para mujeres tienen una serie de ventajas como:
En temas de sexo y protección más vale ser precavido. Pero la verdad es que, aunque los preservativos vaginales no gozan de tanta popularidad como sus homólogos para personas con pene, son igual de cómodos y, sobre todo, eficaces.
Los condones femeninos te aseguran una gran protección frente a embarazos no deseados. Sin embargo, el gran potencial y lo que diferencia por encima de todo tanto a los vaginales como a los masculinos es su eficacia como método de barrera para protegerte de enfermedades de transmisión sexual.
Sí: los condones son el único sistema que te garantiza que no podrás contagiarte de ninguna ETS.
Así que, si quieres evitar que una noche de sexo se convierta en una molestia en tus partes más íntimas, si tienes una relación abierta o si lo tuyo son las relaciones esporádicas, sí o sí debes usar condones. Masculinos o femeninos, eso lo eliges tú.
Esa es una gran pregunta. Elegir un método de protección u otro dependerá en gran medida de tus propios gustos, pero también de tus necesidades y circunstancias.
Por ejemplo, los preservativos femeninos son ideales si tú o tu amante tenéis alergia al látex. También si tienes sequedad vaginal, ya que tienen mucha lubricación. Además, son más resistentes que los profilácticos pensados para penes, así que si no terminas de fiarte en una relación de riesgo… serán una gran elección.
Otra de sus grandes ventajas es que recubren el interior de la vagina sin tener que ajustarse a quien lo lleva o a quien penetra, por lo que podrás olvidarte de que tu amante necesite condones pequeños, condones XL o esté usando una talla de profilácticos equivocada.
Además, si lo vuestro es la espontaneidad y eso de andar parando para colocarse el gorrito no va con vosotros, los condones femeninos serán una gran elección. Ya sabes: puedes ponértelo hasta 8 horas antes y quitártelo algo después de la explosión.
Los condones para personas con vagina son bastante sencillos de usar aunque, como todo, requiere un poco de práctica. Lo bueno es que, si eres neófita en ponértelos, puedes hacerlo tranquilamente antes incluso de quedar con tu amante.
Como dice el refrán, cada mochuelo a su olivo. Hay cosas que nunca se pueden juntar: aceite con agua, tu pareja y tu ex… y tampoco preservativo convencional con preservativo vaginal.
Lejos de darte una mayor protección, si usas juntos los dos tipos de condones el resultado será una fricción que puede hacer que uno, o los dos, se rompan.
Así que no, usar condones con espermicida junto a un condón para mujer no es muy buena idea. Lo que sí puedes hacer es combinar un preservativo femenino con otro método anticonceptivo para mejorar su eficacia frente a un embarazo no deseado.