El cuello es una debilidad. Un fetiche irresistible. Morderlo, acariciarlo, pasar la lengua por todas sus partes: el hoyo de la clavícula, los laterales bajo las orejas, las nucas. Es una zona sensible, delicada y erógena en la que se pueden realizar muchas prácticas placenteras. Es una zona que merece ser vestida.

¿La vas a tratar entonces, como se merece? Suma a tu dulce cuello esta joya.

Mírala bien: sus piedras rodean tu cuello, lo atan firme, le dan vigor, lo elevan; y allí donde se cierra tu clavícula, se instala un adorno en forma de círculo, del que baja una cadena hacia la zona del escote. Apuntando, marcando el camino.

La cadena está conformada por metal en plata que dibuja pequeños cuadraditos con piedras blancas incrustadas dentro. En la zona del cuello la cadena se hace extensible a la medida que unx necesite. De esta manera la cadena resulta para todos los públicos y ajustable a la forma que cada cuerpo desee.

¿Te imaginas vestirla? Llévala con tu traje de noche y al llegar a casa... ¡Zas! Que destaque con un conjunto de infarto como los que encontrarás en amantis.