Hace tiempo que los masajes dejaron de tener solamente una función curativa para pasar a ser objeto de placer y relajación. Como sabemos la relajación es la antesala del placer, en un estado de relajación nuestro cuerpo se prepara para poder disfrutar.
KOMBU es un pequeño y manejable masajeador estilo micrófono pero con dimensiones moderadas. Cuenta con una cabeza redonda, una esfera que está unida a su pequeño mango en dónde encontramos los botones para manejar su potencia y cambiar de ritmo.
En la unión podremos ver que esta esfera se puede mover, puede rotar, por lo que KOMBU nos ofrece un movimiento que ejercitado por una sensual mano podrá colarse por todos los pliegues de nuestro cuerpo.
KOMBU cuenta con 9 patrones de vibración, tres intensidades y seis combinaciones rítmicas diferentes con las que poder jugar en todas las zonas del cuerpo que se te ocurran.
Este masajeador está enteramente hecho de silicona de grado médico de una suavidad aterciopelada y gracias a la discreción de su diseño podrás llevarlo en tu neceser y pasará totalmente desapercibido.
- Sumergible
- Cabezal rotador
- 100% silicona + (ABS)
- Cargador incluido
- Totalmente recargable.
- 9 patrones de vibración
Cómo se utiliza el masajeador KOMBU
Podrás usar KOMBU de mil maneras diferentes gracias a su versatilidad; desde masajearte la espalda, relajar zonas doloridas, aliviar tensiones capilares o faciales, o activar zonas erógenas y masturbar tus genitales.
Puedes empezar con sensaciones muy sutiles en las primeras vibraciones y aumentando la intensidad si nuestro cuerpo nos lo pide.
Puedes usarlo a solas o utilizarlo en pareja. Al ser el cabezal redondo rotador seremos capaces de, con nuestro movimiento corporal y presionando con otro cuerpo, de crear un baile en el que el juguete pueda encajar en los huecos del roce y el frote de muchas zonas de nuestros cuerpos.
No olvides usar a KOMBU con un buen lubricante de agua como Desliz! para que reine la fluidez en tus relaciones. Para cuidar tu higiene, limpialo antes y después de cada uso con jabón neutro y agua templada, con nuestro spray bactericida Limpin. A oscuras, en una de nuestras bolsas de satén y lejos de otros juegutes es a dónde te recomendamos que esté si no lo estás usando.